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Ganar nos motiva, casi ganar nos lleva a un aprendizaje continuo

 

El hecho de saber que estar cerca de conseguir un objetivo tiene unos efectos en nuestro cerebro que nos motiva a seguir intentándolo, puede ser clave para redirigir el pensamiento de nuestros deportistas en esa dirección, en lugar de la desmotivación o frustración que puede provocar el no haber ganado un partido o logrado un objetivo, a pesar de haber estado muy cerca.

En el mundo del deporte existen dos conceptos que suelen estar muy relacionados, incluso en ocasiones se emplean con el mismo significado: el éxito y la maestría. El éxito tiene que ver con el resultado de una determinada acción o suceso, por lo que estamos hablando de algo puntual o temporal. En cambio, cuando hablamos de maestría, hacemos referencia a una habilidad o destreza para realizar algo, por tanto estamos hablando de algo permanente. Según Sarah Lewis, profesora de la Universidad de Harvard, la maestría se alcanza cuando se comienza a valorar el concepto del “casi lograrlo”. Según Lewis, la maestría no es conseguir ganar torneos o tener buenos resultados en una determinada disciplina, si no la búsqueda, el aprendizaje y la constancia para alcanzar un determinado nivel de rendimiento o unos objetivos. Todo esto sólo se da si se valora la importancia del “casi lograrlo”.

 

Lewis justifica su postura aportando diferentes casos en los que autores de obras maestras de la pintura o la literatura, consideraban sus obras inacabadas o incompletas, y como esa búsqueda por mejorar lo que casi habían logrado, los hizo grandes genios en sus disciplinas. Por ejemplo, Cézanne únicamente firmó un 10% de todas sus pinturas, apartando las demás para acabarlas más tarde al considerar que estaban incompletas. Kafka también consideraba la mayoría de sus obras incompletas, pidiendo que todos sus borradores, manuscritos etc. fueran quemados tras su muerte. Afortunadamente sus amigos y familiares se negaron a cumplir su palabra y gracias a ello es conocido por obras como El castillo, que incluso termina con una frase incompleta. En el deporte, Lewis, cita el caso de Jackie Joyner-Kersee, que en 1984 perdió el oro en heptatlón por un tercio de segundo y su marido dijo que eso le daría la constancia para trabajar más duro y seguir compitiendo. En 1988 ganó el oro y logró la mejor marca de todos los tiempos hasta la actualidad.

Por tanto, debemos ser conscientes de que adquirir un alto nivel (maestría) en cualquier disciplina deportiva no implica la consecución de buenos resultados durante toda la carrera deportiva, es más, probablemente pueda ser perjudicial el que siempre se consigan éxitos. Las victorias y los éxitos nos motivan, pero en cierto modo, nos relajan, hacen que estemos satisfechos con lo conseguido, en cambio el estar cerca de conseguirlo nos lanza hacia una búsqueda constante por aprender y mejorar.

Todo esto no hace más que confirmarnos que los resultados, sobre todo en etapas de formación, tienen que tener una importancia relativa. Lo que realmente va a hacer crecer a nuestros deportistas es que sientan que tienen retos por cumplir, que entiendan que lo que les va a hacer grandes deportistas y grandes personas no es donde lleguen o qué consigan, sino la capacidad que tengan para ser constantes, buscar soluciones y trabajar por los retos que se les planteen.

 

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